Escalando  en  el  trabajo:

Ariel ha trabajado en la misma empresa por dos años, era dedicado, disciplinado y muy atento a sus deberes, nunca tuvo una amonestación ni cumplió una tarea en la forma incorrecta, hasta que un día llamo a su jefe para hacerle reclamo.

-He trabajo en esta empresa por 3 años sin nunca haberme ausentado cumpliendo todas mis asignaciones y aunque no me quejo de mi puesto, siento que he sido ignorado, Alberto entro a la empresa hace tres meses y ya ha sido promovido a Gerente, por lo cual creo que es injusto.

-¡Entiendo! Replico el Jefe, mira mientras resolvemos ese problema resulta que quiero brindar Peras en el almuerzo de hoy, y puede que necesite tu ayuda, por favor ve al mercado de la esquina y averigua si tienen Peras frescas disponibles.

Ariel al volver le dice al Jefe.

-Tienen Peras frescas señor.

-Excelente, ¿Averiguaste si tiene Peras para todo el personal?

-No señor.

-¿Cuál es el precio de las peras?

-No se señor

-¿Sabes si las podemos sustituir por cualquier otra fruta?

-No tengo esa información señor, pero….

- Espera un momento.

En ese instante el jefe manda a buscar a Alberto y lo manda al mercado con la misma tarea, este al regresar le dice al jefe.

-Señor tienen Peras frescas, la suficiente para todo el personal, La tienen a 100 pesos el kilo pero si compramos más de diez nos hacen una rebaja del %15, también tienen Naranjas, Uvas, Fresas y Melones, yo ya he apartado las Peras pero si usted quiere cualquier otra fruta debo regresar para confirmar la orden.

-Muchas gracias Alberto, espera un segundo.

-Ariel, ¿Algo más?

-No señor eso es todo, con su permiso me retiro.

Hoy en día exigimos posiciones sin saber si realmente la hemos ganado o si estamos preparado para ella, para ser líder debes primero asumir esa actitud antes de exigirla.

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